patrulla antigraffiti

La concejalía de Seguridad y Circulación del ayuntamiento de Murcia, encabezada por Nuria Fuentes, ha decidido declararle la “guerra a los graffiteros. Por ello se ha decidido poner en marcha un plan de actuación para intentar identificar y, posteriormente, sancionar como corresponde a los autores de dichas pintadas o firmas ilícitas.

Un cabo y un agente de cada uno de los nueve cuarteles de la Policía Local de Murcia son los responsables de llevar a la práctica dicho plan. Tras varios meses de recopilación fotográfica, se han conseguido captar unas 3000 firmas aproximadamente, aunque el número final se prevé que sea mucho más alto, como nos explica el cabo Sánchez (máximo encargado de la patrulla antigraffiti del cuartel ubicado en el Infante D. Juan Manuel) en estas declaraciones:


Una vez ingresado el graffiti en la base de datos de la Policía se intenta, por medio de métodos que no han sido desvelados por motivos de confidencialidad, poner cara a la firma o graffiti para poder así imponer o bien la correspondiente sanción económica, o bien trabajos para la comunidad. La sanción económica oscilará entre los 30 y los 150 euros, aunque se está barajando la posibilidad de reducir la multa al mínimo establecido siempre que el autor se ofrezca a limpiar su graffiti. Pero no siempre la pintada supone una falta leve y por consiguiente una multa, según afirma el cabo Sánchez hay otras sanciones más graves que implican un delito:



Para acabar con est
as firmas, que lo único que hacen es ensuciar la ciudad de Murcia, la Policía está utilizando técnicas aprendidas de la Policía metropolitana de Nueva York, como por ejemplo, el uso del correo electrónico. Por medio del mail los ciudadanos pueden denunciar estos hechos, aunque de momento el uso dado no es el previsto por los agentes, como nos cuenta el cabo Sánchez:


Pero no todo son medidas sancionatorias a posteriori de la pintada. Los agentes están acudiendo a los colegios e institutos de la Región impartiendo charlas, cursos y talleres a los jóvenes, para intentar disuadirles de esta práctica vandálica y hacerles tomar conciencia del daño que suponen las pintadas para la Región. Otra medida son los eventos, cada vez más frecuentes, creados para que los graffiteros canalicen su “arte” en un sitio habilitado especialmente para ello, sin infringir la ley y sin causar daños a ningún particular ni a la sociedad en general.

Concurso de arte urbano en las Torres de Cotillas (Murcia).

Graffiteros en el Concurso de las Torres de Cotillas (Murcia).

Hay que decir que no toda pintada es ilegal. Existen determinadas circunstancias en las que se permite a los graffiteros pintar siempre que el dueño del inmueble lo permita o cuando el graffiti no desluzca el lugar en el que se realiza. No es lo mismo una firma (también llamadas tags) que un mural artístico; la primera lo único que consigue es ensuciar parques, jardines, persianas de comercios y/o mobiliario urbano. Mientras que un mural artístico supone todo lo contrario (de hecho, muchos comerciantes contactan con los graffiteros para decorar la fachada de su local).

Firma Lucifers (La Alberca, Murcia).

Mural artístico (San Pio X, Murcia).

Tanto la creación de este cuerpo especial como estas medidas son necesarias, aunque los afectados (los graffiteros) no piensen lo mismo. Las pintadas hay que limpiarlas, y el encargado de financiar dicha limpieza en zonas públicas es el Ayuntamiento con el dinero de todos los murcianos, por lo que si ese dinero no estuviese destinado a la eliminación de firmas y “grafos” podría emplearse en otros fines más necesarios y aprovechables para los murcianos.

Israel Martínez Nicolás y Juan Francisco Martínez Valera.

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